martes, 30 de septiembre de 2014

Biró recargado


La pelirroja de arriba es una modelo rusa.

Bonita, ¿verdad?

Pero tal vez algunos hayan notado algo particular en la imagen. Se trata, de hecho, de una ilustración. La que sigue es la fotografía original:

Foto: Kristina Tararina

A buscar las diferencias. Tengo cierta debilidad por el realismo (en aquel libro de pinturas de Tolkien que extravié y añoro, mis favoritas eran las de Ted Nasmith), pero en este caso hay una vuelta de tuerca sorprendente, que tiene que ver con la técnica utilizada por el autor.

Biromes.

Sí, biromes, bolígrafos, biromes lisas, llanas, cotidianas, biromes BIC, por más señas. Concretamente, biromes en ocho colores (amarillo, naranja, magenta, verde claro, celeste, azul, rosa y púrpura) + negro.

El artista se llama Samuel Silva, un portugués de 30 años. La misma cantidad de horas invirtió en el retrato de la modelo, creado trazo a trazo. Para resolver los colores intermedios, utilizó una técnica de sombreado conocida como crosshatching, que logra engañar el ojo mediante la combinación aditiva de líneas –en forma similar a los semitonos de los periódicos– y resulta en la exhuberancia cromática que se puede apreciar a simple vista. Todo con 8 BICs.

Las creaciones de Silva llamaron la atención cuando aparecieron en el popular sitio DeviantArt, y rápidamente recorrieron el mundo. Silva vive en el Reino Unido, es abogado, y realiza sus increíbles ilustraciones como hobby.

Tigre realizado en birome, tamaño aprox. A4.
Fuente: http://vianaarts.deviantart.com/art/Tiger-Bic-Ballpoint-Pen-287179252

El saber popular señala a la birome como un invento argentino. Esto es verdad sólo si consideramos dónde se comenzaron a fabricar los primeros bolígrafos. El inventor de la birome no era argentino sino un húngaro llamado László Bíró, quien se radicó en la Argentina durante la Segunda Guerra Mundial y se quedó aquí hasta su muerte en 1985.

"Birome" era el nombre comercial del producto lanzado en 1943 (un apócope entre el apellido de su creador y el de su socio, Juan Jorge Meyne), aunque en aquel entonces, antes de convertirse en una de las más famosas marcas vulgarizadas de nuestro país, se la conocía como esferográfica.

En el mismo año Biró vendió una licencia a la compañía estadounidense Eversharp. Más pedidos y problemas de patentes con los norteamericanos resultaron en la creación de una heredera famosa, la Paper Mate. La BIC, por otro lado, le debe su nombre a Marcel Bich, un francés que adquirió la licencia de Biró en 1950 y se puso a producir sus propias biromes con tecnología suiza. Aquellos modernos bolígrafos BIC son los mismos que hoy se pueden adquirir en cualquier papelería.

Biró, entretanto, tuvo problemas financieros y terminó trabajando como socio en una firma que producía una nueva versión de su propio invento. La marca era Sylvapen, nombre que me imagino traerá recuerdos instantáneos entre los lectores de cierta edad.


Más increíbles dibujos de Samuel Silva en su página de DeviantArt.




1 comentario :

  1. Qué bueno que hayas difundido a este artista.
    No sé cómo lo conocí, pero además de su realismo lo que me gusta especialmente de su obra es que nuevamente demuestra que un instrumento relativamente pobre puede dar grandes resultados con la técnica/conocimiento adecuados (basta ver a Doré o tantos otros que han logrado obras extraordinarias con un plumín). Pero esos conocimientos no se limitan a lo técnico (por ej., apoyo eb grillas o conocimiento de las proporciones o cómo lograr nuevos colores sin mezclas), sino a conocimientos psicológicos como el dominio de la voluntad, la perseverancia, etc.
    Muy bueno.

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